La madre monte
Desde tiempo inmemorial en los montes hadados de Colombia habita la madre monte o madre de los cerros o madre de la selva o fantasma del monte; para unos un espectro para otros un espíritu y para muchos la diosa que creo las alturas sagradas de estas tierras en donde esconde sus tesoros quiméricos, ambicionados, buscados pero no hallados.
La tradición oral dice que la madre
monte es una mujer muy alta, que sus cabellos son enredaderas, que sus orejas
son hojas de begonia y que sus ojos girasoles, que su nariz parece un pico de
águila, que sus labios son muy rojos, que sus dientes son de puro oro y que sus
lunares son conchas de caracoles. Se afirma que la madre monte usa un gran
sombrero gris adornado con plumas blancas, negras, doradas, azules y rosadas.
Dicen que su cuerpo es sensual y que está cubierto con musgo verde, que
cubre los pezones de sus cantaros de miel con rosas, azucenas o claveles los
cuales son visitados por colibríes y picaflores para chupar su néctar.
Dicen que su cinturón es de bejucos de cobre y que la hebilla es de planta
con incrustaciones de piedras preciosas. Se afirma que su monte de venus está
protegido por espinas y agudas púas de erizo y que usa sandalias de fique de
oro. Dicen que la madre monte a lo largo de cada una de sus extremidades
superiores tiene enroscada una serpiente; que en una de sus manos empuña una
varita mágica y que en la otra una descomunal luciérnaga que le sirve de
linterna. Dicen que la madre monte habla con sus animales, con los árboles y
con los vientos a quienes cuida y defiende porque son sus hijos hermanos y
amigos.
A veces la madre monte recurre a la ayuda de sus clan para tenderles
trampas a los cazadores y para extraviar en la maraña a los buscadores de leña,
pieles, minerales, cementerios y guacas indígenas.
Cuando los aventureros y colonos pelean por la tierras, ganado y cosechas;
la madre monte recurre a sus hijos del reino animal y les envía plagas de
ranas, serpientes, langostas y ratones o consigue la solidaridad del viento
turbulento, violento y veleidoso quien se transforma en huracanes que causan
calamidades.
También hace que las aguas y los ríos sagrados desaten su fuerza indomable,
incontenible e irrefrenable acompañada con estruendo y bramidos que producen
mucho ruido y miedo, porque vienen los diluvios, las inundaciones, las
avalanchas y los terremotos con los que ella los castiga.
Dicen que la madre monte tiene su ejército de árboles y entre ellos hay
soldados, tenientes, capitanes, coroneles y generales y que ella es la
generalísima comandante en jefe. En los cuarteles, batallones y brigadas del
ejercito de la madre monte, hay árboles guerreros, unos narcotizan, otros
producen alucinación, algunos hechizan, muchos aplastan y los arboles que caen
en combate pudren a los depredadores que los tocan y van aumentando la
temperatura de modo que si todos los bosques fuesen talados o quemados todos
los seres vivos en la tierra morirían calcinados y asfixiados.
También hacen parte del ejercito de la madre monte las plantas carnívoras,
las que adormecen, las que lanzan flechas, las que hieren con espinas, las que
envenenan, las que producen alergias y las que derraman sangre. Además la madre
monte tiende trampas a los enemigos invasores, quienes caen en pantanos, en
arenas movedizas o por acantilados o quedan atrapados en redes bejucos o
pegados en estalagmitas y estalactitas o en telarañas.
La madre monte también cuenta con combatientes fluviales: cocodrilos,
anguilas, pirañas, sanguijuelas, peces carnívoros y muchas más. La madre monte
es una excelente comandante en jefe y con su espíritu indomable recurre a sus
hijos salvajes para defender su hogar, por eso ataca con tigres, panteras,
jaguares, jabalíes, osos, perros, gatos salvajes, alacranes, escorpiones y
mucho más.
La madre monte también tiene caballería y fuerza aérea de aves que la
defienden y un poderoso grupo de inteligencia y espionaje. Ningún ejercito de
hombres le ha ganado a la guerra al espíritu poderoso de la madre monte, por
eso es mejor tenerla de amiga y no de enemiga, porque en caso de exterminarlas
todos morirían con ella.
0 comentarios:
Publicar un comentario